Se trata de una sidra de gran complejidad aromática, donde la fruta es la verdadera protagonista. Aromas de miel, mermelada de pera, flores blancas como azahares y jazmín, membrillo, damasco y durazno. En boca sorprende su burbuja delicada y continua, en equilibrio con su acidez. Untuoso, con notas de compota de membrillo y peras.

Todo comienza en un entorno natural donde los perales expresan su mejor versión. Luego de una recolección manual en canastos de mimbre tejido, se realiza la selección de los mejores frutos que dan lugar a un caldo de peras de carácter franco y puro. La primera fermentación se realiza en tanques de espumantes, mientras que la segunda se obtiene en botella a través del método champenoise. De este modo la toma de espuma se logra naturalmente por un proceso que oscila entre los 45 y 60 días para luego continuar con una maduración sobre lías durante al menos 6 meses. Luego las borras son removidas y se realiza el degüelle utilizando pupitres de madera donde cada botella es introducida con el pico hacia abajo para movilizar las borras mediante giros sobre la tapa corona, después del degüelle se agrega el licor de expedición y finalmente se viste la botella.